PARACAÍDAS
Los medicamentos de Indira
Por Rogelio Guedea

Quiero empezar esta reflexión con una afirmación: no creo que Indira Vizcaino se haya prestado deliberadamente a ser parte del acto ilícito relacionado hace unos días con una donación de medicamentos propiedad del sector salud, pero sí creo que es una irresponsabilidad enorme con consecuencias legales no haber tenido ni siquiera la mínima atención para advertir que se trataba de un medicamento de muy dudosa procedencia. Como se recordará, el cirujano estético Ugo Mendoza Aguilar hizo una donación al IMSS de un lote de medicamentos utilizados para el tratamiento del Covid en situaciones graves, denominado Norepinefrina, y para esta donación se creó toda una parafernalia mediática política (y electorera) en la cual se involucró a la candidata de Morena a la gubernatura Indira Vizcaíno, quien presta aceptó participar y apareció en primera fila en la foto, creyendo que esto, al tratarse de un tema sensible para la población, le generaría más simpatías electorales. No pasó mucho tiempo cuando la imagen causó furor en la clase política, social y mediática pues se desveló que esa donación inoculaba una incriminación en contra de todos los involucrados en el evento.
Aunque ante lo evidente no se tendría que caer en especulaciones, lo absurdo del acto ha generado tantas aristas que hasta nos parece trivial, cuando en realidad es demasiado delicado. Para empezar, y si bien es notorio que el cirujano estético no se quiso congraciar ni con la sociedad que padece esta emergencia sanitaria, ni con el propio IMSS, sino con la candidata morenista Indira Vizcaíno, ¿cóo es posible que en su afán ni siquiera se haya dado cuenta de la aberración que estaba cometiendo? Sobre todo porque se trata de un médico y no de un vendedor de paletas, a quien podría habérsele pasado leer la leyenda de “Producto del Sector Salud”. Y si bien esto constituye una aberración, no lo es menos que las autoridades del IMSS, con quienes seguramente se habló previamente para la organización de esta donación, también no hayan subsanado la falta cometida por el cirujano estética advirtiéndole que donar esos medicamentos –por más facturas que pudiera presentar para acreditar su presunto origen- constituían una ilegalidad, además de una inmoralidad.
Pero por si todo estas estas aberraciones no fueran pocas, todavía está la cometida por la propia Indira Vizcaíno, quien no fue capaz tampoco de subsanar ni la falta del médico cirujano quedabién, ni del alelado IMSS, y en cambio fue a validar con su presencia un acto por demás ilícito del que ella misma ahora tendrá que rendir cuentas, porque como sabemos la ignorancia de la ley no te exime de su cumplimiento, ni tampoco de su castigo. ¿Se puede ver ya el alcance que un acto de esta naturaleza tiene en sí mismo y más al calor de una emergencia sanitaria como la que vivimos? A ninguno de los tres actores principales de este desaguisado (un cirujano estético, una candidata a la gubernatura y una institución tan importante como el IMSS) se le puede pasar por alto una falta de esta naturaleza y más porque ello conlleva vidas que, las carencias de este medicamento en otro lugar, pudieron salvarse, mientras que aquí se les da un uso puramente político. Ojalá que las autoridades correspondientes se involucren de verdad en el tema e impongan las sanciones correspondientes en los casos en que se haya tipificado el evidente ilícito.